
Joel: Creo que deberíamos irnos.
Clementine: El teléfono está cortado, ¿Qué?
J: Que nos vayamos.
C: ¿Por qué? Es nuestra casa, solo por esta noche somos… David y Ruth. ¿Quién quieres ser tú? Yo prefiero ser Ruth, pero puedo ser flexible.
J: ¿Que buscas?
C: Aja, alcohol.
J: OH! Vaya.
C: ¿Te apetece vino?
J: No lo se.
C: Pues, tú elige el vino, yo buscaré el dormitorio para ponerme algo más… ¡Ruth. Algo que tenga plumas de avestruz!.
J: ¡Que nos vayamos! Tengo que volver en coche con mis amigos.
C: Pues vete.
J: Y lo hice. Pensé que quizás estabas chiflada, pero eras excitante.
C: Ojala te hubieras quedado.
J: Yo también lo desearía, ahora desearía haberme quedado y haber hecho muchas cosas. ¡Vaya! Ojala... ojala me hubiera quedado, enserio.
C: Pues cuando yo bajé ya no estabas.
J: Me fui, salí por la puerta.
C: ¿Por qué?
J: No lo se, me sentía como un niño asustado, no se, me sentí con el agua hasta el cuello.
C: ¿Estabas asustado?
J: Si, creí que ya sabias eso de mi. Volví corriendo hasta la hoguera, intentando vencer en mi humillación.
C: ¿Fue por algo que dije?
J: Si, dijiste: Pues vete. Con mucho desden, ¿sabes?
C: Ah! Lo siento.
J: No importa.
C: ¡Joel! ¿Y si esta vez te quedaras?
J: Salí por la puerta, no me queda ningún recuerdo.
C: Vuelve y al menos intenta una despedida, finjamos que la tuvimos.- Se acercan.
C: Adiós Joel.
J: Te amo. – Se besan y una serie de recuerdos se van.
Es la escena que mas me gusta, siempre lloro. La he visto estos dos últimos días, en las dos ocasiones llore (sobre todo en la primera) y me he quedado dormida como las 5 am, pensando.
Me gusta estar despierta mientras los demás duermen, me da una tranquilidad enorme.